Indietrónica, Electrónica, Experimental, Pop, Glitch, Post Rock
Hablar de música islandesa es partir de una calidad inicial. Quizás sea por sus maravillas naturales, aquellos emotional landscapes que cantaba Björk, quizá sea por su historia o su gente, pero lo cierto es que Islandia es un crisol de músicas que tienden a la belleza, concisas, espirituales, sutiles. Independientemente del gusto personal de cada uno es indiscutible su marca. Islandia es la hipnosis, la singularidad, lo delicado y lo fantástico. Si a ello le añadimos el sello de Morr Music, el sello discográfico que prácticamente inventó el concepto de la indietrónica, entonces tenemos con toda seguridad una música exquisita, emocional y con una mística muy especial. Así que si ya conocías a Múm ni siquiera te hará falta escuchar este disco para saber que pasarás un buen rato. Sin embargo la curiosidad es un vibrante compañero de viaje por lo que podemos asegurar que Smilewound (Morr Music, 2013) no defrauda. El nuevo álbum del quinteto de Reikjavik contiene los elementos naturales de su música y en su conjunto produce la misma fascinación de siempre aunque, con una apuesta mucho menos arriesgada que en sus anteriores trabajos, lo cierto es que no acaba aportando ninguna novedad relevante en su discografía. A lo largo de la primera mitad del disco sorprende una extraña y algo amarga persecución de ritmos electropop con unas bases de Casio que para nada hacen justicia a las melodías cautivadoras de Múm, no obstante, en los siguientes cortes vuelven con su habitual búsqueda experimental de sonidos, momentos de un pop-folk electrónico sumamente placentero y los acostumbrados violines y sintetizadores a lo Sigur Rós, con esos coros femeninos apasionantes como una montaña de hielo junto a un volcán en erupción. Un disco en definitiva eficiente y con puntuales destellos, aunque sin el brillo incandescente que siempre les ha acompañado.
PULSO 